SENTENCIAS
Seguimos vivos. Demos gracias al altísimo en estos momentos en donde la fe parece que ya no mueve montañas. Demos gracias por haber escapado al infierno que la gente de este mundo está montando, sólo, para sobrevivir a costa de lo que sea y sin importar los más nobles ideales. Entramos de lleno en la época en la que los valores, la ética, la honradez, etc., han quedado totalmente arrinconados y, al parecer, todo porque desde a un tiempo a esta parte nos hemos empeñado en arrinconar nuestros más elementales pasos, nuestros más elementales principios. Hoy todo vale con tal de sobresalir, cuando lo importante no es estar sino ser.
Estaba narrando en esta historia el asunto con la "yiro argentina" que me dejó vivo de milagro, pero al margen de ese tema, también está el del faunario del cual se fue rodeando una vez que se quedan solos en el negocio... Resultado, cuando digo basta, el negocio se resiente: no puedo tenerlo abierto ya que mi trabajo no me permite estar simultáneamente en dos frentes. Era un buen negocio, en los tres meses que yo estuve explotándolo y enseñándoles cómo debían de comportarse, conocer la idiosincracia de la zona, el cambio cultural entre los "gentos" y los "gachegos" de sus chistes... etc.
En ese tiempo me dediqué a cimentarlo, a crear un abiente agradable y como resultado de ello renové casi al 100% el tipo de personal que pasaba por el mismo. Fue dejarlo en sus manos y todo el trabajo que se había hecho, se fue al traste. Fueron unos meses que permitían ver la viabilidad de la inversión sin tener que preocuparse, sólo de saber estar y atender a la clientela correctamente. En los tres meses que yo estuve [jamás trabajé en el gremio de Bares] conseguí un beneficio neto de 22.000; lamentablemente, cometí un gran error: no amortizar deuda, si lo hubiera hecho, a estas alturas estaría también limpio del crédito que pedí para poder quedarme con el negocio que tan alegremente tiraron por la borda.
Bien, en un principio estaba preparado para traspasarlo a una persona que se interesaba por el mismo, pero, sabedor de que ellos habían "emparentado" con los "gentos", realicé una serie de previsiones, consulté al gestor, etc. Se esfumaron del negocio y nunca más aparecieron cuando se dieron por descubiertos [tengo que decir que me tomaron por el tonto de la película y que pensaban que podrían estar drogándome, robándome, insultándome, etc., sin que yo me inmutara...] Pero siempre llega un día en el que dices basta...
Entonces al verse que sabía todo lo que se traían entre manos desaparecieron también estos "sinvergüenzas", gachegos, eso sí [bueno, mejor dicho, catalanes, pues tanto ella como él, tienen ambos apellidos de neta raíz catalana, así que "chorizos" los tenemos en todos los pueblos] y continué explotando el negocio. Generalmente, llegaba a las cinco de la tarde y cerraba a las diez. Con ello cubría holgadamente todos los gastos que conlleva tener un negocio abierto: pagar acreedores, pagar crédito al banco, pagar alquileres, seguridad social, hacienda, etc. En definitiva, no ganaba dinero, pero no tenía que poner ni un céntimo de mi bolsillo, cosa que con los gentos ocurrió, entre otras cosas el dinero que gané durante los tres meses: 22.000 que volaron.
El negocio, puedo decir que funcionaba, sólo que a medio gas, Un local tiene las mismas cargas en la mayoría de las salidas, lo abras dos o diez horas... Pero acababa rendido... Así que lo pongo en traspaso, lo anuncio en las publicaciones de la comarca y llamaron una veintena de personas para saber exactamente dónde estaba... Algunas vinieron como simples clientes y se marcharon, otros se interesaron más, entre ellos aparecieron también varios latinos [Colombia, Cuba, Ecuador... ¡Puta casualidad: todos latinoamericanos!] de los que nunca más se supo... Hasta que un día apareció una señora de poco más de 50 años, en poco tiempo consiguió "engañarme" como acababan de hacer los "gentos". Curiosamente como si fuera un conocido de toda la vida... Sabía infinidad de cosas, era originaria de la misma región que la mía. Hubo como una corriente de simpatía a pesar de que tenía la mosca tras la oreja. Su puesta en escena no tiene nada que endiviar con la de los "gentos" que me tocaron en el lote...
Bueno, después de una decena de visitas, finalmente me pide que le deje "tres meses para probar"... Le pido un AVAL BANCARIO y me trae un simple papel sin membrete, sin firma, sin sello, etc. Por supuesto le digo que si me ha visto cara de primo, me dice que ella no entiende de estas cosas, yo le explico que eso tiene que ser extendido por la entidad bancaria con los correspondientes sellos, papel timbrado de la entidad, etc... Unas cuantas semanas más y una tarde cualquiera, cuando el bar estaba a tope, vuelve a aparecer, ahora ya traía el papel en condiciones con fecha 29. Preparamos todo y firmamos los correspondientes documentos... a 1 de mes siguiente para hacerlo coincidir con los pagos trimestrales y demás documentos con Hacienda, Seguridad Social, etc.
Sorpresa, cuando llega el día de decir sí, o entregarme las llaves, me pide un mes más de prueba; me daba excusas de que los avalistas los tenía en esos momentos de vacaciones... Bueno, como ya había sembrado y se había ganado la confianza [al menos así me lo tomé yo, teóricamente iba cumpliendo con los pactos, no sospechaba nada de lo que caería después] no le doy más vueltas, caigo en la treta: le concedo otro mes y le pido que me firme un documento de deuda comprometiéndose a su pago, ejecutable contra cualquiera de sus bienes y lo hacemos al dorso del AVAL [gran error de mi parte: no tiene ninguna validez ni poder ejecutivo]. Así, de manera simultánea, quedamos en vernos un par de semanas más tarde. Llega el día y aparezco por el negocio, me reconfirma el SÍ y me pide que hagamos los documentos de traspaso, para ello me extiende dos cheques, uno para el pago del mes y otro con los cerca de 50.000 del traspaso con fecha de vencimiento un mes después... Dice que olvidó las gafas que los rellene yo mismo, que ella se limitará a estampar su firma... Y así sucede. Aquella mañana paso a cobrar y me pagan el del mes corriente tras consultar con el director que autoriza el pago [BANESTO, entidad que en estos momentos llevo un cruce de una decena de cartas con ACUSE DE RECIBO como me aconsejó la ASESORÍA de AUSBANC, también informé al BANCO DE ESPAÑA servicio de inspección a entidades de crédito, pero no crean que es fácil torear con los poderosos... Todo son escapatorias para no hacer frente a sus errores].
El otro cheque queda pendiente para un mes después, y ya he cedido el arrendamiento del negocio y la señora, junto con su hija, explotan el local a pleno rendimiento desde hace un par de meses: han superado mi caja, ahora tienen una media de 7.000 para ambas [estaban trabajando antes por menos de 600 al mes, así que todo era un triunfo: inmediatamente renovaron sus coches]. Suerte tuve que le hice firmar un reconocimiento de deuda, por poco, acabo siendo acusado de haberles hurtado el talonario de cheques: es cierto yo los rellené [la treta de no llevar gafas les salió perfecta, así sembraron dudas ante la jueza] pero la firma no es mía es de la madre...
El órdago fue cuando le dicen que identifique las firmas, por suerte hay al menos seis [todas iguales] y dice que no son suyas... ¡Mi alma cayó a los abismos, aunque podía esperarme cualquier cosa de esta "gentuza"! En la sesión de interrogatorio a la hija, ésta, bajo juramento, acabó diciendo que las firmas las hacía ella: repito, estaba bajo JURAMENTO. Ella se cargó con que las firmas eran de ella pero que desconocía que hubiera firmado esos cheques... En realidad querían convencer a la jueza de que le habían regalado el negocio y por suerte esta cantidad de sandeces se fue desmontando con el testimonio del propietario del local que, a las preguntas/interrogatorio, reconfirmó todo lo que yo había dicho: era simple y llanamente lo que estaba recogido en los documentos...
Su abogado intentó por todos los medios desviar el tema central del asunto que es el impago y las irregularidades de los documentos bancarios... Al final solicitó un "poco de comprensión" para la chica que es joven y que no se le tenga en cuenta esta "particularidad" [la peculiar manera de "estafar" ¿cómo un letrado puede permitirse el lujo de solicitar comprensión ante un delito de falsedad documental y emisión reiterada de cheques sin fondos?]. Su juventud no es "motivo" para que no sepa lo que es estafar, pero como se metió en la guarida del lobo, el abogado, listo él, intentó que la jueza no tuviera en cuenta o que considerara su juventud, pero ya es holgadamente mayorcita de edad...
Seguiremos mañana si nos deja el tiempo.
Estaba narrando en esta historia el asunto con la "yiro argentina" que me dejó vivo de milagro, pero al margen de ese tema, también está el del faunario del cual se fue rodeando una vez que se quedan solos en el negocio... Resultado, cuando digo basta, el negocio se resiente: no puedo tenerlo abierto ya que mi trabajo no me permite estar simultáneamente en dos frentes. Era un buen negocio, en los tres meses que yo estuve explotándolo y enseñándoles cómo debían de comportarse, conocer la idiosincracia de la zona, el cambio cultural entre los "gentos" y los "gachegos" de sus chistes... etc.
En ese tiempo me dediqué a cimentarlo, a crear un abiente agradable y como resultado de ello renové casi al 100% el tipo de personal que pasaba por el mismo. Fue dejarlo en sus manos y todo el trabajo que se había hecho, se fue al traste. Fueron unos meses que permitían ver la viabilidad de la inversión sin tener que preocuparse, sólo de saber estar y atender a la clientela correctamente. En los tres meses que yo estuve [jamás trabajé en el gremio de Bares] conseguí un beneficio neto de 22.000; lamentablemente, cometí un gran error: no amortizar deuda, si lo hubiera hecho, a estas alturas estaría también limpio del crédito que pedí para poder quedarme con el negocio que tan alegremente tiraron por la borda.
Bien, en un principio estaba preparado para traspasarlo a una persona que se interesaba por el mismo, pero, sabedor de que ellos habían "emparentado" con los "gentos", realicé una serie de previsiones, consulté al gestor, etc. Se esfumaron del negocio y nunca más aparecieron cuando se dieron por descubiertos [tengo que decir que me tomaron por el tonto de la película y que pensaban que podrían estar drogándome, robándome, insultándome, etc., sin que yo me inmutara...] Pero siempre llega un día en el que dices basta...
Entonces al verse que sabía todo lo que se traían entre manos desaparecieron también estos "sinvergüenzas", gachegos, eso sí [bueno, mejor dicho, catalanes, pues tanto ella como él, tienen ambos apellidos de neta raíz catalana, así que "chorizos" los tenemos en todos los pueblos] y continué explotando el negocio. Generalmente, llegaba a las cinco de la tarde y cerraba a las diez. Con ello cubría holgadamente todos los gastos que conlleva tener un negocio abierto: pagar acreedores, pagar crédito al banco, pagar alquileres, seguridad social, hacienda, etc. En definitiva, no ganaba dinero, pero no tenía que poner ni un céntimo de mi bolsillo, cosa que con los gentos ocurrió, entre otras cosas el dinero que gané durante los tres meses: 22.000 que volaron.
El negocio, puedo decir que funcionaba, sólo que a medio gas, Un local tiene las mismas cargas en la mayoría de las salidas, lo abras dos o diez horas... Pero acababa rendido... Así que lo pongo en traspaso, lo anuncio en las publicaciones de la comarca y llamaron una veintena de personas para saber exactamente dónde estaba... Algunas vinieron como simples clientes y se marcharon, otros se interesaron más, entre ellos aparecieron también varios latinos [Colombia, Cuba, Ecuador... ¡Puta casualidad: todos latinoamericanos!] de los que nunca más se supo... Hasta que un día apareció una señora de poco más de 50 años, en poco tiempo consiguió "engañarme" como acababan de hacer los "gentos". Curiosamente como si fuera un conocido de toda la vida... Sabía infinidad de cosas, era originaria de la misma región que la mía. Hubo como una corriente de simpatía a pesar de que tenía la mosca tras la oreja. Su puesta en escena no tiene nada que endiviar con la de los "gentos" que me tocaron en el lote...
Bueno, después de una decena de visitas, finalmente me pide que le deje "tres meses para probar"... Le pido un AVAL BANCARIO y me trae un simple papel sin membrete, sin firma, sin sello, etc. Por supuesto le digo que si me ha visto cara de primo, me dice que ella no entiende de estas cosas, yo le explico que eso tiene que ser extendido por la entidad bancaria con los correspondientes sellos, papel timbrado de la entidad, etc... Unas cuantas semanas más y una tarde cualquiera, cuando el bar estaba a tope, vuelve a aparecer, ahora ya traía el papel en condiciones con fecha 29. Preparamos todo y firmamos los correspondientes documentos... a 1 de mes siguiente para hacerlo coincidir con los pagos trimestrales y demás documentos con Hacienda, Seguridad Social, etc.
Sorpresa, cuando llega el día de decir sí, o entregarme las llaves, me pide un mes más de prueba; me daba excusas de que los avalistas los tenía en esos momentos de vacaciones... Bueno, como ya había sembrado y se había ganado la confianza [al menos así me lo tomé yo, teóricamente iba cumpliendo con los pactos, no sospechaba nada de lo que caería después] no le doy más vueltas, caigo en la treta: le concedo otro mes y le pido que me firme un documento de deuda comprometiéndose a su pago, ejecutable contra cualquiera de sus bienes y lo hacemos al dorso del AVAL [gran error de mi parte: no tiene ninguna validez ni poder ejecutivo]. Así, de manera simultánea, quedamos en vernos un par de semanas más tarde. Llega el día y aparezco por el negocio, me reconfirma el SÍ y me pide que hagamos los documentos de traspaso, para ello me extiende dos cheques, uno para el pago del mes y otro con los cerca de 50.000 del traspaso con fecha de vencimiento un mes después... Dice que olvidó las gafas que los rellene yo mismo, que ella se limitará a estampar su firma... Y así sucede. Aquella mañana paso a cobrar y me pagan el del mes corriente tras consultar con el director que autoriza el pago [BANESTO, entidad que en estos momentos llevo un cruce de una decena de cartas con ACUSE DE RECIBO como me aconsejó la ASESORÍA de AUSBANC, también informé al BANCO DE ESPAÑA servicio de inspección a entidades de crédito, pero no crean que es fácil torear con los poderosos... Todo son escapatorias para no hacer frente a sus errores].
El otro cheque queda pendiente para un mes después, y ya he cedido el arrendamiento del negocio y la señora, junto con su hija, explotan el local a pleno rendimiento desde hace un par de meses: han superado mi caja, ahora tienen una media de 7.000 para ambas [estaban trabajando antes por menos de 600 al mes, así que todo era un triunfo: inmediatamente renovaron sus coches]. Suerte tuve que le hice firmar un reconocimiento de deuda, por poco, acabo siendo acusado de haberles hurtado el talonario de cheques: es cierto yo los rellené [la treta de no llevar gafas les salió perfecta, así sembraron dudas ante la jueza] pero la firma no es mía es de la madre...
El órdago fue cuando le dicen que identifique las firmas, por suerte hay al menos seis [todas iguales] y dice que no son suyas... ¡Mi alma cayó a los abismos, aunque podía esperarme cualquier cosa de esta "gentuza"! En la sesión de interrogatorio a la hija, ésta, bajo juramento, acabó diciendo que las firmas las hacía ella: repito, estaba bajo JURAMENTO. Ella se cargó con que las firmas eran de ella pero que desconocía que hubiera firmado esos cheques... En realidad querían convencer a la jueza de que le habían regalado el negocio y por suerte esta cantidad de sandeces se fue desmontando con el testimonio del propietario del local que, a las preguntas/interrogatorio, reconfirmó todo lo que yo había dicho: era simple y llanamente lo que estaba recogido en los documentos...
Su abogado intentó por todos los medios desviar el tema central del asunto que es el impago y las irregularidades de los documentos bancarios... Al final solicitó un "poco de comprensión" para la chica que es joven y que no se le tenga en cuenta esta "particularidad" [la peculiar manera de "estafar" ¿cómo un letrado puede permitirse el lujo de solicitar comprensión ante un delito de falsedad documental y emisión reiterada de cheques sin fondos?]. Su juventud no es "motivo" para que no sepa lo que es estafar, pero como se metió en la guarida del lobo, el abogado, listo él, intentó que la jueza no tuviera en cuenta o que considerara su juventud, pero ya es holgadamente mayorcita de edad...
Seguiremos mañana si nos deja el tiempo.
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xavi -